Thursday, June 22, 2017

"La sociedad gaseosa": Las modas educativas y esforzándonos para aprender

Estimables colegas y estudiantes (¡saludo políticamente correcto!):


¿Cómo están? Si bien han pasado un chorro de semanas desde que publicamos la última vez, les queremos contar de pasada que nos mantenemos activos publicando el podcast "English For You CR", una nueva canción (bajo el nombre artístico de Juan Shamán) y además, nos preparamos para iniciar nuestros estudios en el Doctorado en Educación a Distancia en la Universidad de Athabasca en agosto de este año. Les mantendremos informados a modo de catarsis, y por supuesto, para compartirles gotitas de lo mucho que vamos a estar aprendiendo...

Vamos al grano, o al libro, en este caso: queremos comentarles un reportaje del ABC de España sobre el libro  "La sociedad gaseosa" del profesor Alberto Royo, quien hace una denuncia de las modas y teorías modernas y postmodernas en la educación, a la vez que hace una defensa de la escuela como centro de formación y la importancia del esfuerzo para alcanzar el aprendizaje y construir conocimiento.

Si bien pensamos leer el libro, por ahora les incluímos algunos extractos de la entrevista con el ABC (encontrarán el enlace para la nota completa más abajo).

Sobre los gurúes de la enseñanza y las modas nuevas, dice Royo: "A veces, quienes defendemos la cultura, el conocimiento, el esfuerzo y la exigencia, hemos dejado que determinados gurús y supuestos expertos se apropien de conceptos tan importantes como son la emoción o la belleza, que son inherentes al conocimiento. Y les hemos permitido que vinculen el saber con el sufrimiento, la frialdad o el aburrimiento, cuando no hay nada más apasionante que aprender. La emoción no puede desligarse del conocimiento. Y a través del conocimiento y de la emoción que provoca, puede uno apreciar lo que es bello. Es difícil disfrutar con profundidad de algo hermoso sin tener un cierto conocimiento. Por eso discuto ese empeño por hacer alumnos e hijos «felices». ¿Quién no quiere que sus hijos lo sean? Pero un instituto no es un centro terapéutico, ni de ocio, ni de auto-ayuda. Es el lugar en el que se transmite conocimiento y cultura..."

Por otro lado, Royo nos recuerda la necesidad de poner empeño para aprender y alcanzar las metas en la vida: "Sin esfuerzo no se aprende; esforzarse no es sufrir; hay que conservar lo que es valioso e innovar a partir de lo que conocemos, basándonos en la evidencia y en la experiencia; el fin de la escuela no puede ser la felicidad sino el conocimiento porque unos padres pueden hacer lo posible por proporcionar felicidad a sus hijos (y ni siquiera esto garantiza que lo sean), pero en la escuela deben aprender lo que los padres, por motivos obvios, no pueden enseñarles..."

Por otro lado, nos recuerda, como él mismo dice, "lo obvio": los estudiantes necesitan aprender y parte de su preparación para la vida es lidiar con los problemas y superarlos, pues el mundo que viene será muy hostil.  Nos dice: "Entiendo la enseñanza de una forma muy distinta al modelo según el cual el alumno debe ser el eje que del sistema, de forma que todo hay que adaptarlo a él. Mi planteamiento es que, con mano izquierda, con recursos y con total implicación, hay que conseguir que poco a poco los alumnos se vayan adaptando ellos a la escuela. Cuando terminen el instituto, la universidad… ¿Se va a adaptar el mundo a ellos? ¿O van a tener que adaptarse ellos a las situaciones que vayan encontrándose? Hablamos ya no solo de transmitir conocimientos, sino de proporcionarles unas herramientas que les vayan a resultar útiles. Planteémosles retos y ayudémosle a superarlos..."
 
Si bien hay mucho más, cerramos con este pasaje donde se refiere a la importancia de la tecnología, y las trampas que conlleva su omnipresencia y el facilismo y la pereza que pueden fomentar en los estudiantes: "En cuanto a las herramientas, nadie niega que los avances tecnológicos son beneficiosos, pero eso no nos puede llevar a postrarnos ante ellos y pensar que nos van a permitir renunciar al esfuerzo o al trabajo individual. Es estupendo poder acceder a la versión interactiva del Quijote en la página web de la Biblioteca Nacional, a sus grabados, a la música de la época... pero la tecnología es la que nos lo facilita, mientras que el auténtico tesoro lo tenemos en la misma obra cervantina y en la excepcional música del Siglo de Oro. Y aunque todo ello esté «a golpe de click», para aprender sobre Cervantes o sobre los vihuelistas del XVI, se sigue necesitando atención, constancia y memoria. Y unos conocimientos básicos sin los cuales es imposible que alguien pueda aprender por sí mismo solo por tener conexión a internet..."

Así, nuestra inTICmidad de hoy es algo que no nos cansaremos de repetir: la tecnología debe verse como un medio y no como un fin, su propósito debe ser facilitar el aprendizaje, y no divertir ni distraer.  De nosotros, como educadores, depende encontrarle su objetivo pedagógico y saber discriminar cuándo usarla, cuándo no y cómo.  Mucho de esto, claramente, será resultado de nuestra propia vivencia, contexto, y la prueba y el error.  En esta gran aventura, les deseamos mucha suerte y paciencia (una verdad de Perogrullo para los maestros).

La nota completa del ABC la pueden leer aquí. ¡Muchas gracias y nos leemos pronto!

2 comments:

  1. Muy interesante las ideas del señor Royo. Coincido totalmente con él. La sociedad gaseosa, yo le llamo la sociedad microwave .... 30 segundos .... hecho sin mucho esfuerzo.
    Gracias por compartir las ideas, prof Jenaro. Suerte en su Doctorado.
    Tobías

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  2. Muchas gracias por tu comentario, estimable Tobías. Así es: hoy todo es enlatado y precalentado y se le sirve a los estudiantes y luego se echa a la basura. En el caso de la enseñanza de idiomas, yo le llamo el "English Express", pues se espera que aprendan casi inmediatamente, sin esfuerzo, sin exigencias, sin interés de parte de los estudiantes.

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